SONETO IX
Cuando rendida mi alma haya partido
del efímero mundo de la gente
Y en la habitual brega de lo presente
el eco de mi nombre sea diluido
Cuando a tu corazón llegue el olvido
y en tu mano cálida se presente
una caricia extraña y persistente
no me recuerdes, pues ya he partido
Una cosa solamente recuerda
y no la olvides, hermosa mujer
que fuistes inspiracion a mi vida
Que el amor de mi hoy y de mi ayer
que satisfecho soy en mi partida
llevando tus besos todos, en mi haber.
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